Después de jugar con mi Pro-Bot, no me cabe la menor duda de que es un robot ideal para el ciclo de infantil. Para un niño de 3 años que se inicia en la robótica, Bee Bot es un buen robot: sencillo, atractivo y robusto. Tras este inicio, cuando Bee Bot se queda pequeño, hay que dar otro paso. Un paso hacia un robot con mayor funcionalidad y este robot puede ser Pro-Bot.
El Bee Bot se mueve hacia delante y hacia atrás (15 cm en cada avance o retroceso) y gira 90 grados hacia la derecha e izquierda. Pro-Bot puede realizar las mismas acciones que Bee Bot, pero tambien las amplía. En cuanto a avances y retrocesos, podemos programar la cantidad de centímetros que deseamos que se mueva, además del número de grados que nos interesa que gire (tanto hacia la derecha como hacia la izquierda). En su programación, Pro-Bot recuerda 128 comandos aunque en su pantalla sólo muestre 16 líneas del programa (1 título+15 comandos).
Pro-Bot. Susana Oubiña Falcón (CC-BY) |
A mayores, Pro-Bot deja programar bucles de repetición y pequeños subprogramas (que podemos incluir en un programa principal). Alucinante para la creatividad de niños de infantil.
Otra de las ventajas de este robot es que permite dibujar. En el siguiente vídeo, se observa como el robot Pro-Bot representa un pentágono. Para ello, simplemente se le ha ordenado que gire 72 grados y avance 15cm en cada desplazamiento. De esta forma, Pro-Bot dibuja un pentágono regular de 15cm de lado.
Dibujando con el robot Pro-Bot from Susana Oubiña Falcón on Vimeo.
Representación gráfica de un pentágono con el robot Pro-Bot. (CC-BY)
El hecho de que un robot dibuje las creaciones de los niños es maravilloso, pero lo es más si incorpora sensores. Y este es el caso de Pro-Bot. Si, Pro-Bot, este coche amarillo, presenta sensores delanteros y traseros de choque, sensores de luz y de sonido. Cada uno, con su subprograma especial (delantero, trasero, oscuridad, luz y sonido). En fin, ofrece un montón de juego y versatilidad.
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